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DIC
21
2020
TIS
Moviendo fronteras por la digitalización
Cellnex despeja con éxito la banda de 700 MHz en España
El espectro radioeléctrico viene a ser una especie de autopista por la que transitan señales de radio, televisión o telefonía. Este espacio es ordenado por los gobiernos y su uso va siendo modificado en función de las necesidades y la innovación, desdoblando carriles o derivando el tráfico para facilitar la circulación.
La irrupción de la tecnología 5G y su proyección como dinamizador de la competitividad del tejido empresarial y facilitador de nuevos productos y servicios para la ciudadanía, llevó a la Unión Europea a emplazar a los países miembros a liberar uno de los carriles –la banda de 700 megahercios (MHz)– para que puedan circular por ellos “datos” de mayor velocidad.
El conocido como “segundo dividendo digital” consistía en despejar la vía y prepararla para una circulación de la ansiada tecnología 5G, redes de seguridad y emergencia y otros usos de telecomunicaciones.
Esta vía –entre los 694 y 790 megahercios– estaba ocupada por las señales de televisión digital terrestre (canales UHF del 48 al 60 incluidos) gestionadas por Cellnex, que ha sido una de las entidades responsables de la complicada misión de desviar el tráfico sin que los usuarios se hayan visto afectados, en una encomiable experiencia de colaboración público privada.
Los ingenieros y técnicos de Cellnex, la empresa que desplegó la TDT en España y que cuenta con una red de instalaciones de difusión de más de 3.200 emplazamientos con sistemas de telecontrol y monitoreo, empezaron a asumir el mandato en 2019 y en octubre acaban de terminarlo tras una ampliación de tres meses por las dificultades asociadas a los confinamientos por la COVID 19.
La tarea, que el propio Gobierno español consideraba de “gran complejidad” se ha realizado escalonadamente, sin interrupciones de servicio ni obsolescencia en los televisores, pese a requerir la coordinación de los miles de centros transmisores distribuidos por el país dividiéndolo en 75 áreas geográficas, con distintos grados de afectación y soluciones de adaptación.
Cellnex ya estaba familiarizada con la reorganización del tráfico ya que en 2015 implementó el primer “dividendo” –un concepto que aúna las dos acepciones de la palabra en el sentido de división y de reparto– al liberar también de servicios televisivos la frecuencia de 790 a 862 megahercios para el despliegue de la red 4G.
En la segunda “reasignación”, liderada por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales del Gobierno español, han participado operadores, radiodifusores, instaladores de antenas, administradores de fincas, suministradores de equipamiento o incluso los medios de comunicación ayudando a trasladar a los ciudadanos un cambio de servicio que, en la mayoría de los casos, se ha limitado a resintonizar el televisor.
“Por nuestra parte, el éxito ha sido posible gracias a un trabajo conjunto de gran envergadura en el que ha estado implicada prácticamente la totalidad del equipo de Cellnex España, en un proyecto liderado por Ingeniería y ejecutado por Operaciones de Red y nuestro International Service Operation Center”, explica Albert Cuatrecasas, General Manager de Cellnex España.
Cellnex ha modificado 2.800 emplazamientos, algunos en lugares remotos y en otros con varias actuaciones por la complejidad técnica, con la premisa de minimizar la afectación a 37,5 millones de usuarios. Las modificaciones, han requerido emisiones simultáneas temporales en distintas frecuencias, la adecuación de antenas colectivas en más de 1,1 millones de edificios y la resintonización de los televisores en 20 millones de viviendas.
Los dos “dividendos” han comprimido la banda en la que se transmite la señal de televisión y obligado a Cellnex a realizar un complejo “tetris” para reubicar los canales sin perjuicio del servicio. De hecho, lejos de congestionar los servicios, la reasignación de tráfico ha permitido optimizar unas autopistas que, hasta hace muy poco, eran prácticamente carreteras comarcales.
“Ahora la TDT ocupa menos, es más eficiente en espectro porque se han agrupado canales y unido áreas geográficas atendiendo a la orografía y a la situación de las antenas de forma que las mismas frecuencias sirven para más zonas”, explica Cuatrecasas. “Hace diez años estábamos con 7 canales analógicos y ahora la oferta televisiva de TDT es muchísimo más rica en canales y contenidos.”
Descartado un tercer “dividendo digital”, los canales de televisión –un vehículo estratégico que no solo entretiene, sino que cumple una labor esencial para informar y formar– se mantendrán en el rango de frecuencia actual al menos hasta 2030, aunque los retos de transmisión no han terminado.
“Lo inmediato es la migración de todos los contenidos a HD, prevista para finales de 2022. Será una transición transparente para los ciudadanos y que no requerirá de adaptaciones significativas ya que el parque de receptores ya está prácticamente preparado. Más adelante, llegarán los contenidos (UHD) (ultra alta definición por sus siglas en inglés) ya en pruebas y la explosión de servicios híbridos que aúnan lo mejor del mundo broadcast, TDT, con el mundo broadband, Internet.”
Liberada la frecuencia de 700 MHz, el Gobierno español subastará entre los operadores de telecomunicaciones el espectro para las redes ultrarrápidas previsiblemente a lo largo del primer trimestre. Se trata de una “autopista de peaje” porque los presupuestos de 2021 proyectan una recaudación de algo más de 2.000 millones de euros, casi cinco veces más de lo ingresado en la puja de julio de 2018 para el espacio destinado al 4G.
“Ahora es el momento de la imaginación. Tenemos las frecuencias disponibles y las infraestructuras preparadas, ahora es momento de que los creadores inventen los servicios del futuro”, explica el responsable de Cellnex, una empresa que participa en varios casos de uso de la nueva tecnología que, por el momento, utilizan otras frecuencias.