Derribando barreras con la tecnología

El Global Gender Gap Report 2024, enmarcado en el World Economic Forum, indica que la brecha de género global (que representa el salario de las mujeres, respecto al salario de los hombres) se ha cerrado en un 68,5%, con una mejora de 0,1 puntos porcentuales respecto al año pasado. Entre el Top 10 se encuentran siete países europeos: Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia, Alemania, Irlanda y España.

Por otro lado, y centrado en las profesiones relacionadas con la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM, por las siglas en inglés), la proporción de mujeres con habilidades STEM ha aumentado del 24,4% al 27,1% desde 2016. Aunque si hablamos en términos estrictamente laborales, las mujeres representan solo el 28,2% de la fuerza laboral en STEM, comparado con el 47,3% en sectores no-STEM.

Con esta realidad, iniciativas que potencian la educación infantil y juvenil para dotar a nuestras jóvenes de herramientas y conocimientos tienen gran relevancia y son fruto, en muchas ocasiones, de la colaboración público-privada.

Es el caso de la iniciativa Technovation Girls, dirigida a niñas y jóvenes en edad escolar para incentivar su vocación STEM. Nace en 2009 y ya cuenta con el apoyo y compromiso de más de 300.000 familias y educadores de más de 120 países en los que España destaca al ocupar el segundo lugar a nivel global. Consiste en un concurso internacional en el que participan equipos de diferentes escuelas con el objetivo de dar solución a una necesidad social, desde el cambio climático hasta la violencia doméstica y la igualdad de género, mediante una aplicación móvil.

Como indican los responsables del programa: “Es un concurso que va más allá, mostrando a las más jóvenes que también son protagonistas del ámbito tecnológico y empresarial.

La Fundación Cellnex participa en Technovation Girls desde hace tres años como parte de su programa de Voluntariado Corporativo. “Desde la Fundación Cellnex somos conscientes de la importancia de la formación tecnológica en nuestras jóvenes”, comenta Àngels Ucero, directora de la Fundación Cellnex. “Nuestra colaboración con Technovation Girls, de la mano de la asociación Ciberespiral, materializa el compromiso para construir entre todos una sociedad igualitaria.”

La colaboración de la Fundación Cellnex en este programa se vehicula a través de Technovation Girls Cataluña. Las niñas y jóvenes reciben mentoría y acompañamiento durante todo el proceso de desarrollo de su solución, que ocupa diez semanas.

Anna Villà, mentora de uno de los grupos de niñas y colaboradora de Cellnex, nos comenta: “Las jóvenes trabajan en el proyecto 50 horas durante 10 semanas, con una hoja de ruta estructurada en fases de proyecto y fuera de su tiempo escolar. No existen límites para ellas, quieren solucionar todos los problemas de la sociedad y ven a su alcance resolverlos. Este programa es un entrenamiento para su futuro y además desde una perspectiva social, descubriendo que pueden poner la tecnología al servicio de la sociedad”.

Mucho más que un concurso

Esta iniciativa responde, en forma de concurso, al objetivo claro de potenciar el papel de la mujer en el ámbito tecnológico, de carácter tradicionalmente masculino.

“La resolución de un reto mediante el trabajo en equipo y la mentoría apuntala el interés de las niñas y jóvenes en la tecnología y les aporta la confianza necesaria en sus propias capacidades”, nos explica Àngels Ucero.

La competición en Cataluña, donde más de 200 niñas han presentado sus proyectos, ha concluido con la selección de tres equipos que participarán en la final que se celebrara hoy en Estados Unidos.

“Tras evaluar previamente 8 proyectos de la categoría beginners, compuesto por niñas entre los 8 y los 12 años, en el evento presencial de entrega de premios pude profundizar en el entendimiento de estos, y disfrutar con ellas del resultado de sus esfuerzos durante todo el curso escolar”, comenta Peña Solano, voluntaria de Cellnex que ha sido jueza en la competición de la que resulta seleccionados los equipos de Cataluña que llegan a la final internacional. Y añade, “en mi experiencia como jueza pude comprobar cómo las jóvenes STEM proponen soluciones que mejoran el mundo mediante la tecnología y siempre poniendo el foco en los colectivos más vulnerables. Es admirable y esperanzador lo vivido con todas ellas. Sin duda este programa las puede convertir en líderes innovadoras.”